Esta vez fue distinto, también fui de gorrón pero la intención fue apoyar/acompañar al heroico equipo de las Hojas al aire. Se apuntaron para un Congreso, fueron aceptados, cómo de que no, y a mí no me hicieron el feo. Lo demás son detallitos que quizá no quieran leer o no les interese. Busquen el número 9 de la revista y revisen en su blog (ese link de arribita) para que vean los números anteriores. En el 9 participé con unos versos. En fin, sospecho que ya les estaré hablando más de ellos. Por ahora resumo el viaje
- Uno puede viajar por el metro y el autobús en tacones, pero caminar por las calles de Puebla, parece, es intolerable.
- Siempre es bueno conseguir un copiloto de fiar, un GPS legible, una idea de a dónde hay que llegar.
- Las cajas con cheves atraen atenciones, los chilangos... pues ya saben cómo son.
- Los dibujos cuestan 250 pesos, sólo dibujan a chicas guapas y, si no pides el dibujo, te dejan un texto en el que te dicen que no hay que "volverse maricón", bien sutil el don.
- No es buena idea cargar maletas de más, tampoco ofrecerse a ayudar.
- Pasitas, cheves, mezcal, baile, humo, risas, risas estruendosas, risas mudas, sueños, caminar, soñar, soñar, despertar tarde.
- Nunca había estado en un slam de poesía, no me gustó pero tampoco me desagradó del todo (poca poesía pero harto relajo.
Todavía no empezaba y todos le pedían calificación perfecta a los jueces. Al final no ganó sino algunos chiflisuspiros, según. |
- Las semitas no son tan itas.
- Mucha gente, más sol.
- Morelos se ve bien con gafas y los libros de poesía están en lo más alto, no se pueden ver los títulos, menos leer.
- Nos pasamos.
Arrojan palabras al cielo, el aire las devuelve en sonrisas, recuerdos y amigos. |
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