Que no sé qué quiero
que no sabes querer
y quién dice que en estos tiempos criminales
todo está dictado, ¿a cuál canon darle pie?
Vos no me podes querer
y yo no quiero sino el cielo
de tus labios cuerpo entero.
De entre tantas dudas y desconfianzas
surge, ha de surgir, la respuesta
como un piquete en los ojos
como una caída en la pulquería
Yo te quiero a ti
y tú me querés a mí
Así de simple...
confía,
el
tiempo
dará
la
razón
19.7.13
14.7.13
Temor (borrador)
Tú qué sabes del miedo, si tu sombra te colma de brillo a cada paso.
Es innegable, sabes de tu vida, sabes de la muerte,
te ha seguido con enferma obsesión quizá,
le has abierto los brazos y mirado de frente,
pero no te puede tocar: No lo hará.
Para ti son los sueños turbios, estremecedores,
el tibio sudor que hiela espalda y negros cráteres
que invitan a pequeños grandes besos para la humanidad
por la eternidad.
Y podría seguir enumerando y recordando y luchando
contra esas ganas tuyas mías o de todos de gritar
¡Al carajo!
Y porque quiero, puedo y lo haré,
el asunto es no claudicar ni dejarse, por nadie, pisar.
Que los insectos hablen, se metan y escondan a placer
hay cuentos que ni diez antenas ni doscientas patas pueden detener.
Yo seguiré escribiendo, seguro, mi sueño,
tú: sonreirás, quizá leas, y como siempre me harás soñar.
Pronto, antes de que el tiempo me acabe,
o viceversa...
Es innegable, sabes de tu vida, sabes de la muerte,
te ha seguido con enferma obsesión quizá,
le has abierto los brazos y mirado de frente,
pero no te puede tocar: No lo hará.
Para ti son los sueños turbios, estremecedores,
el tibio sudor que hiela espalda y negros cráteres
que invitan a pequeños grandes besos para la humanidad
por la eternidad.
Y podría seguir enumerando y recordando y luchando
contra esas ganas tuyas mías o de todos de gritar
¡Al carajo!
Y porque quiero, puedo y lo haré,
el asunto es no claudicar ni dejarse, por nadie, pisar.
Que los insectos hablen, se metan y escondan a placer
hay cuentos que ni diez antenas ni doscientas patas pueden detener.
Yo seguiré escribiendo, seguro, mi sueño,
tú: sonreirás, quizá leas, y como siempre me harás soñar.
Pronto, antes de que el tiempo me acabe,
o viceversa...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)