28.12.11

Navidades

Hace unos días platicaba con mi muro del facebook que intenté, junto con mi hermano Eric, recordar lo que habíamos hecho las navidades y años nuevos pasados. Resultó más difícil de lo que pensamos, casi siempre la navidad es con mis abuelitos paternos y año nuevo con la familia de mi mamá, bajo esta premisa todos los años lucen iguales, sin embargo estábamos muy equivocados, o al menos un poco.
      Antes de contarles qué hicimos esta navidad les cuento lo que hicimos las navidades pasadas, tal vez no sea tan interesante pero pueden verlo como una versión chafa de los fantasmas de la navidad.
      En el 2010 acababa de fallecer mi abui Leo, lo que nos ayudo a recordar el año pasado fue que el coche no circula en viernes y tanto navidad como año nuevo cayeron en viernes. La navidad pasada cancelamos con mis tíos del DF por lo del coche, y más tarde mis abuelitos nos cancelaron a nosotros porque ya se iban a dormir, sus pretextos. En fin, ese año sólo fuimos con una tía y ahí estuvimos aunque nadie recuerda qué cenamos, sólo recuerdo que bebí un par de cubas.
      En 2009 sí la pasamos con mis abuelitos paternos, mi hermano Ernesto no iba porque trabajaba así que mientras él se consolaba la soledad jugando Wii, nosotros estábamos en un intercambio de regalos hechos por nosotros mismos. A mi me tocó recibir una cartera de periódico, como la que trataba de hacer desde hace años, por parte de Eric y yo le dí a mi primo un DVD con un vídeo que hice de stop motion con algunos videojuegos, para que la mentada no fuera tan gacha. La verdad los de mi asa se lucieron, los de allá no, y eso los que dieron algo y no quedaron de darlo después.
      En 2008 no hay mucho que decir, fuimos todos con mis abuelitos, la gran novedad era que yo llevaba mi traje de pachuco con sombrero y zapatos de charol incluidos. No recordamos más.
      En la navidad del 2007 de nuevo estuvimos allá en Naucalpan con mis abuelitos, fue la última vez que mi tía Aída nos dio regalo de navidad, unas mamilas con chocolates y/o dulces, acababa de nacer mi primita Camila así que las prioridades obviamente ya habían cambiado.
      Finalmente, la navidad del 2006 no la recordamos, sólo especulamos que mi tía nos dio unos relojes jaja.
Como ven/leen, nuestra memoria es débil y se confunde con facilidad, siempre son detalles raros los que nos hacen recordar, ya verán cuando les hable de los años nuevos.
       Esta navidad por ejemplo fue de desayuno de navidad, mi abuelita no quiso celebrar, sin mi abuelito no fue lo mismo he de decirles, así que sólo desayunamos tamales, fruta y cosas así. Estuvimos viendo capítulos de la dimensión desconocida, la original, y de la temporada 14 de los simpson. Después fuimos un rato con mi tía, la misma del 2010 y ahí estuvimos un poco para después ir con otro tío, también hermano de mi mamá, viven cerca así que caminando se llega en menos de 100 pasos, y estuvimos charlando otro poco, que cabrón es el cancer...
      Después fuimos a comprar una tortugas de las que venden atrás del wal-mart de toreo, no recuerdo el nombre exacto el lugar (hablando de mala memoria) y de ahí fuimos con mis tíos/primos/sobrinos a la Vasco de Quiroga en el D.F., allá somos muchos, desde familia hasta gatos así que siempre hay algo con que entretenerse. Nos tomamos, cosa que casi no hacemos, fotos toda la familia y luego de un rato partimos de vuelta a casa.
      Espero que si han leído hasta acá no se enojen por las pocas emociones que tiene este texto, es más bien una especie de diario, para que la próxima que deseemos recordar, podamos hacerlo sin tener que mantenernos despiertos hasta las cinco de la mañana.
      Historia aparte es la versión más personal de las navidades, esa que alegra o duele recordar, esa sí no la olvido, ni necesito del fotolog para recordar.
      Saludos y ojalá sus navidades hayan sido gratas, lo mismo el fn de cada año y el comienzo del siguiente.

Les dejo una foto de alguna de las navidades pasadas, las de este año las tiene mi primo Os...

[Fin de la transmisión]

13.10.11

Letritas creativas (parte 2)


1.La enfermedad es intratable la escribo, describo y acabo por borrarme.


2.Enfermedad perderte, 
   alivio soñarte tristeza ....


3.De papel te siento, sin tus letras me pierdo.


4.Tú piedra, yo papel....empate.


5.Como piedra de río, esperando que tus aguas me den forma.


6.Deseo, deseo...apareces.


7.Te pienso deseo, te descubro realidad.


8.De tu sexo nació la cama
   de tus celos nació el amor.


9.Ladro tu nombre, no lo sé y espero te sientas aludida. Ladro...


10.Desdobla tu sentir y después la sábana
    lo primero me hará feliz
    la sábana no nos vaya a interrumpir.


11.Manos con suerte,
    escalera real
    ya quiero subir a verte.


12.Abecedario como en la primaria,
    repitiendo una y otra vez,
    mirando por debajo de las faldas.


13.Destino, te miro y no atino
    sino a susurrarte que eres de todos,
    mas no mio.


14.Besos que deseo y no consigo
    los cerezos hace tiempo están marchitos.


15.Ella, tan efímera como la anterior
    tan del olvido como la siguiente.


16.Infierno corrosivo, sobrehabitado
    aunque ciertamente adictivo.


17.Desangrame, llévate parte de mi
    y vuélvete poesía, así sea la más vulgar.
    Eso es amor.


18.La muerte, qué cosa más parecida a ella
    que tú y tu estúpido silencio.

17.9.11

De libélulas


Open publication - Free publishing - More cine

Hoy no hay instrucciones ni mucho que decir...esta vez les comparto un proyecto del cual soy participe y del cual, si quieren, espero que ustedes lo sean también, a través de sus lecturas, sus comentarios, sus aportaciones. De la forma que ustedes lo prefieran. Ojalá lo revisen y permitan que la libélula expanda sus horizontes, tanto vuelo, tantas letras, tanto que decir merece, según mi humilde opinión, llegar más lejos cada vez.
Se trata de la Revista La Libélula, disfrútenla en este su número doce.

Aquí su página en facebook: http://www.facebook.com/RevistaLaLibelula

Hasta pronto.

26.8.11

Lloviznas y empapadas


Quién no ha sido sorprendido por aquellas nubes grises, esas que aparecen de repente y te dicen que es mejor darse prisa o que de plano mejor mejor ni salgas.
Con todo y todo, a veces es inevitable salir del techo que te cobija y comenzar tu odisea. Para estos casos existe un manual de sobrevivencia y útiles consejos, si los hay para un inminente ataque zombie, no veo por qué no ha de haberlo para el inclemente tiempo que, en el mejor de los casos, oculta aquella lagrima que por más fuerte que uno sea, a veces, no se puede mantener en el lugar ideal: otro rostro.
El paso número 1 ante las lluvias es el más simple y efectivo: coge esa cosa que cargas sin saber si es útil y ábrelo. Así de fácil. Te mantienes fresco y seco, al tiempo que la lluvia trata inútilmente de golpear tu,ahora impermeabilizado cuerpo. Benditos paraguas.
Si el paso número 1 te resulta incomprensible o inviable, ya que eres de los que prefieren no cargar y/o vivir al extremo, lo primero que debes hacer es analizar tus posibilidades. ¿Qué calzado traes?, ¿tendrás que ir brincando charcos o puedes caminar sin preocupaciones?, también una bolsa de plástico, un poco de cartón (obviamente es más probable contar con un trozo de cartón que con un paraguas), cualquier cosa que te pueda proteger lo suficiente de la lluvia, para no volver a casa como si te hubieran arrojado a una piscina con todo y tus garras, disculpen si viejas heridas son reabiertas, ya lo superaran (já!).
Algo que no debes olvidar es que, no importa cuánto corras, la lluvia es más veloz, no se trata de una sola nube que trata de fastidiarte el día, ¡son muchísimas! Lo único que conseguirás corriendo es que te estrelles, que resbales y caigas (alegrando el día del resto de los que tratan de refugiarse y mantenerse secos), o que de pronto te des cuenta que de tanto correr tu destino a quedado varios metros detrás tuyo.
Si vas acompañado, lo mejor es buscar un refugio, no importa que tan pequeño sea, la prioridad es cubrirse de la lluvia y combatir el frío con calor humano. si tu acompañante es tu pareja sentimental (léase novio, esposo, etc.), o deseas que lo sea, un lugar estrecho funcionará a la perfección para dar cause a tus anhelos. De cualquier forma pueden aprovechar el tiempo para charlar un poco, prender un cigarrillo y seguir el curso del humo con la mirada, observar las burbujitas que se forman en el suelo; incluso reir de los que aún no encuentran refugio o resbalan (recuerden no correr) es valido. La lluvia permite la sencillez.
Finalmente, la lluvia cesará un poco, podrán continuar con su camino y todo quedará en una peculiar tarde que refresca. Con suerte un arcoiris marcará el rumbo a seguir, con otro poco de suerte no volverá a llover cuando ya se encuentren lejos de aquel preciado refugio.
Hace un par de días me encontré poniendo en práctica todos estos consejos. Me agradó ver cómo la gente, más allá de molestarse, lo tomaba con alegría, como un respiro. Incluso pasé junto a un hombre, chavo o adolescente (díganle como quieran), que aminoraba el paso, que miraba al cielo y sonreía, como si fuera la primera vez que lloviera en su vida.
A fin de cuentas, creo que ese es el mejor de los consejos, aunque no siempre es el más fácil de llevar a cabo. Disfruten la lluvia, esa sensación de gotas cayendo desde una altura de miles de metros hasta llegar suavemente (ojalá, y sin hielos) a sus rostros, esa cantidad inconmensurable de liquido que limpia el cielo y te hace dar gracias por no haberte bañado ese día (dicen). Disfruten pues.
Sin duda muchos de ustedes se preguntaran qué pasa con las inundaciones, el trafico insoportable, los accidentes viales, las perdidas materiales, etc., y se preguntan bien. Sólo atino a responder que las nubes grises no nos persiguen a nosotros, no son vengativas ni tienen maldad (¿o sí?). Esas preguntas son muy validas pero no soy el responsable de darles una solución.
Pero ya se hablará, seguramente, de esto en las próximas elecciones (como se habla siempre). Yo sólo les ofrezco una guía simple, que surge de mi cabeza aún más simple, quizá les sirva, quizá hasta lo puedan combinar con el manual para sobrevivir a la invasión zombie....sólo dejé a mis ideas llover un rato.

[retomando una práctica muy sana que @Kradprro me enseñó, aclaro que la foto es mía, tomada en Coacalco...no tengo fotos "lluviosas" necesito un manual para tomarlas]

18.8.11

Predicciones

Cuando despertaste te encontrabas sola, él ya se había marchado, el reloj marcaba las 10 a.m. y el sol se filtraba a través de las viejas cortinas. Te levantaste y fuiste hasta el baño sin notar que tus sandalias se encontraban en el pie equivocado, enjuagaste tu cara y con pasos lentos te dirigiste a la cocina. La costumbre te hizo preparar dos tazas de café, las bebiste ambas, el día pintaba caluroso, te estiraste tratando de desprender así, el último vestigio de aquel sueño, de tu cuerpo.

Él llegaría tarde, era viernes y siempre lo invitaban a comer, a tomar unos tragos. Tú ya estabas en la sala, con el remoto en la mano y cambiando automáticamente los canales, de antemano sabías que no encontrarías en ellos lo que necesitabas, marcas a tu madre pero no responde el teléfono.

Vas a tu vieja computadora y revisas lo de siempre, en el correo puras cadenas que te prometen el amor eterno, no las reenvías. Las redes sociales están llenas de gente ociosa, chismosa, de pronto a todo el mundo le gusta que estés aburrida al extremo, quince pulgares, siete comentarios, la mitad de ellos no tienen nada que ver contigo. Notas una nota extraña, la publicó alguien que no conoces pero que quiso ser tu amigo, obviamente aceptaste. Abres el link y te lleva a una trivia extraña que asegura predecir el futuro. Volteas a tu alrededor para confirmar que no hay una mejor opción para pasar el tiempo y la contestas. Cargando tus resultados, gracias por esperar….

Por fin llega quien alguna vez pensaste sería tu marido, ahora lo ves más como una compañía no del todo desagradable, a excepción de cuando llega ebrio o enojado de su trabajo, al parecer hoy se juntaron ambas cosas, trae cara de pocos amigos, quiere desquitarse con alguien así que comienza a reclamar por cualquier nimiedad, lo ignoras pero eso sólo lo enfurece más, está irreconocible, maldice y destroza lo que se le pone en frente, ahora tienes miedo, retrocedes pero la pared impide que sigas haciéndolo, tratas de calmarlo, en no para de reclamarte cosas que no entiendes. Violencia combatida con violencia nunca ha sido buena idea, te saca de tus casillas y ahora compites con él, a ver quién grita más duro, tu ganas pero el ya dirige su brazo derecho a tu rostro, no logras esquivarlo. Caes al piso y esté se tiñe de rojo, recibes una patada y el llanto te vence, el no quiere escucharte, se da la vuelta y te dice que es mejor que tomes tus cosas al tiempo que golpea la pared. Seguramente es el café doble el que no te permite tranquilizarte, te levantas temblando y abres la maleta, una lagrima cubierta con sangre es la primera en empacarse.
“Prepárate para emociones fuertes” decía tu predicción.

[pequeño relato que tuve que escribir para un curso virtual que imparte la UAM]

15.8.11

Al buen entendedor pocas palabras

Puta te quiero, para que me mires.

De sangre tu recuerdo

mis manos tiemblan
roja es la culpa.

El duelo, lo cura...

  • El duelo llega al ganar y perderte

vacío y absurdo resulta no saberte.


  • Palabras en duelo

te odio te quiero,

te sueño, y no pienso

llorar tu entierro


Si te duelo sonríes, no comprendo

  • De duelo en duelo

te gano y pierdo.


Curado, efímero, espeso, me pierdo.

  • Cura esas ganas de saberte

date un tiro, pega un grito

muerde este vacío que habito

  • Mi cura,

un curado de ti.


  • Cura mis vicios antes que la virtuosa muerte me tire por el precipicio.

  • Esas curas no existen

esos curas...que cobardes,

que triste.


  • El cura promete el cielo

¿ya llegué o está más adentro?

  • Y si nos curamos con curitas corazón,

si enfermamos y perdemos la razón.

Dulce amargo, piedra, papel las cortas

chiras pelas.

  • Si la cura no es tu cuerpo

y al mirarte sólo enfermo

  • Lo-cura no tocarte.

30.6.11

TODOS LOS FUEGOS TU ALCOBA


Esto no es una salida.
-Nacho Vegas.

De entre tus torres blancas

emerjo y me hundo infinitamente;

cien mil lenguas de viaje submarino,

salado el puerto de llegada, infectado

por las olas que sangran

tus afiladas lanzas trasnochadas.

Irene lo soñó sin duda,

angustiada e impotente aquel encuentro.

Una sabana infranqueable el coliseo,

para Marco una mirada basta

y que estalle todo en llamas

no queda nada.

Jeanne en paz se marcha y marchita

su amor prefiere unas piernas bonitas

una explosión, renovando el amor

el décimo piso enmudece

quince, veinticuatro nueve.

Entreguémonos pues al destino

muerde mi silencio extirpa los miedos

Roland y el procónsul esperan

descendamos ancla escudo en mano

ya hace un año estamos condenados.

Vladimir Villalobos López


Poema ganador del XII Congreso Estudiantil de Crítica e Investigación Literarias "Culturas Híbridas" CECIL 2011


Publicado en "Revista Libélula" Número. 4 Año 1

3.5.11

Revueltas

Llegué sin esperar demasiado, como buscando un libro que me llevo a un sanitario sin agua que me hizo caminar buscando un poco de ese liquido vital que ayudaría a sortear posibles dolores estomacales futuros. Había mucha gente esperando, llegaban jóvenes muy bien vestidos, yo me acerque un poco para saber "qué regalaban", un policía me saludo y me dijo que pasara, yo respondí el saludo con algo atorado en el pescuezo y mientras me quitaba ese símbolo de pubertad atrasada camine hacía donde me indicó.

Un pequeño folleto con la programación y algunos datos extra que no leí, una encuesta y una cortina abierta para que entrará al recinto. Era un auditorio o al menos lo intentaba, demasiados tubos, paredes de frío concreto, era una obra negra que todos decidieron llamar auditorio. Es gratis, pensé y bajé algunos escalones recordando a aquella persona, que no logro recordar diciéndome que todo evento es irrepetible, ya sea por el evento en si o por los espectadores, por el lugar que decidas tomar entre el público. Mire a mi alrededor y después de ver algunas caras largas, algunos asientos ocupados y algunos cuerpos femeninos que seguramente iban acompañados decidí sentarme en la fila de en medio, en una orilla junto a una señora que ante mi saludo, sólo atinó responderle con una cosa que imaginé sería su sonrisa.

Leí la encuesta, la llené para matar el tiempo y la encuesta se le adelanto al tiempo. Eché vistazos por todos lados buscando algo que sabía no iba a encontrar, pensé buscar un lugar más alto, la pereza y el cojincito tan cómodo del asiento me hicieron desistir. De golpe y sin preámbulos lanzaron la tercera llamada y algunas luces se fundieron en ese instante.

Los jóvenes ahora con su instrumento en mano y su agudo oído puesto en la afinación adecuada ya estaban completos, ya no lucían tan raros como cuando los miré afuera del lugar. Algunos muy bien vestidos, otros un poco más desaliñados, los primeros contaban con la presencia de sus padres que orgullosamente hablaban de ellos a mis espaldas. Que ganas de hablar bien de alguno sin siquiera conocerlo, pensé comentar algo con la señora que se estiraba junto a mi pero no quise interrumpir.

Entró el único señor, ese de la batuta sólo que sin la batuta y empezaron los aplausos, yo aplaudí más por el bullicio que por su elegante forma de caminar hasta el centro del entarimado. Ya con todos los asientos ocupados por los jóvenes interpretes noté que el escenario era realmente reducido, desde mi posición no veía....no sabía que no alcanzaba a ver aunque sonaba como un piano, los del extremo opuesto se perdían los cuatro contrabajos y algo más que mi falta de altura me impidió (que feo se lee "impidió") apreciar.

Comenzaron con la clásica canción del ratón Miguelito disfrazado de mago. Para ser tan jóvenes no se escuchaban nada mal, para vestir tan formales las señoritas tampoco se veían para nada mal. Todo estaba bien. A ratos cerraba los ojos y escuchaba aquel rostro concentrado con el violín bajo el hombro, aquella sonrisa de con tono de chelo me hizo pensarte inevitablemente. El piano invisible me recordó mi corta relación con la música, no lo veía, sólo escuchaba su eco detrás de aquel muro que nos separaba, es mi ineptitud pensé.

Las demás piezas siguieron siempre con una introducción de escandalosos aplausos y una conclusión similar. Yo cambio de posición y me concentro en la violinista, la miro tan fijamente que aún parpadeo y su silueta se asoma por mis parpados. Trato de que mi concentración en ella acabe con su concentración en la nota, en la cuerda, en sus partituras, no lo logro. Ella sigue impasible y yo me canso de mirarla con ese fin, ahora es simple y a la vez compleja admiración.

Aplaudo al principio sin ganas, un par de veces para que note que no me impresiono tan fácilmente, ella me mira, pienso que me mira y no mira nada. Mi estrategia falla. La siguiente ronda de aplausos lo mismo, ya en el segundo tiempo, diría alguien que no sabe de conciertos pero entiende un poco de fútbol, cambio de estrategia, ahora seré efusivo, aplaudiré lo más fuerte que mis manos largas, mas no de pianista, me permitan, mi alegría por sus notas causaran alguna reacción en ella y de paso en la señora de a lado que ya agacho la cabeza, cerró los ojos y sin pena sueña con ese baile de la juventud que alguna vez soñó y que tal vez tuvo, en el salón México quizás.

Acaba la pieza musical, se levantan y yo aplaudo como loco, alcanzo a ver una sonrisa dirigida a la zona en la que me encuentro, volteo hacía atrás para no adjudicarme esos dientes blancos absurdamente, no hay nadie más y en realidad hay muchos detrás de mi pero igualmente me los adjudico. La absurdidad no siempre es tan mala.

Así sigue el día y después del retorno del señor de la batuta un par de veces su saco se ha llenado de sudor y la función se da por concluida no sin una ultima ronda de aplausos, ahora acompañados de gritos y un par de chiflidos cortesía de los que dominan ese arte (menospreciado injustamente por la música "seria"). Esos dientes que ahora me resultan familiares se muestran, ya no es el chelo pero igual te pienso, como con el corno y la tuba, como con los platillos y las flautas. Me pongo de pie y aplaudo y sigo aplaudiendo hasta que no siento las manos, no dejo de mirar a esa señorita con el violín en la mano y la mirada siempre dirigida absurdamente a mi. Yo sonrío y ella también lo hace. Ella no me mira y yo tampoco la enfoco realmente. Aplaudo y los dos dejamos escapar una lágrima.

A veces a uno no lo escucha quien quisiera, a veces la música a solas no sabe igual. El tipo que aplaude no es el preciso, la señorita que miro hasta el hartazgo no eres tú. Mientras el platillo escupe sus ultimas vibraciones lo entiendo y ella lo entiende. La función se acaba y hemos de salir y volver a casa, ella a extrañar al que promete y no acude, yo a parpadear y soñarte menos lejos, tan hermosa y con un violín en la mano.

Para variar el metro está atascado de soledades.

1.5.11

Impresiones.

Un abrazo, un puesto de tamales que partió hace tiempo. La impuntualidad como mi mejor carta de presentación. Tú estás distraída, yo te reconozco en la distancia y te siento tan cercana que no lo creo. Camino, sigo caminando a donde tu breve sombra me invita a posarme, diriges tu mirada a donde yo, sonríes. ¿Tus nervios se podrán comparar con los míos? lo dudo, te llevo ventaja.

Lo demás es confuso, sentirte, suave como el algodón que te cubre, infinita como el instante que duró tu primera sonrisa. Caminamos un poco, charlamos, tu charlas, yo escucho, no dejo de sentir esa vida tuya que sonroja a la mía. Debería decir algo, no encuentro las palabras así que callo y escucho atento, me encojo para cubrirme entre la sombra que apenas te alcanza a ti.

Fotos, dónde quedaría ese recuerdo perpetuo de la provocadora de alegría y el tipo tímido que no acaba de creerlo. Tal vez no existió, tal vez. Pero el daguerrotipo tuyo aquí lo tengo yo, no lo suelto un instante y cuando se deja lo abrazo y me duermo pensando que lo abrazo.

Qué de vueltas da el destino y qué vueltas se dan en metro, para prolongar la alegría, o se camina, se suben escaleras, se esquivan cuerpos sudorosos, se escuchan conversaciones parcialmente comprensibles. Piropos que uno prefiere bloquear, ya no tiraré las colillas en la calle. Mudo y con el mundo de basurero. Nunca tuve la ventaja.

Las primeras impresiones son únicas, irrepetibles y, dicen, marcan el futuro trato que se tendrá con respecto a una situación o una persona. Cuál sería tu primera impresión, realmente habrá alguna o todo fue como abstenerse de alimentos más por el dolor de estomago que por el agrado o desagrado que te causan las quesadillas. No lo sé.

Sea lo que sea, creo que no somos los que se olvidan de todo y al día siguiente el olvido acecha.

Creo que te pienso más de lo que debería, otras veces pienso que me quedo corto. La ventaja no es mía, la duda sí, el temor, curiosidad y pena, silencio y sonrisas. La ventaja no, esa es tuya, como cuando Fito Paez se sienta al piano y canta "yo vengo a ofrecer mi corazón"

Al final conocerte lo hace a uno saber que no todo está perdido, al principio ya se sabe pero sin algodón uno podría dudarlo.



19.4.11

Cadaver exquisito

Les presento algo que ya tiene rato de haber sido publicado en http://losjuegosdeseduccion.blogspot.com/ por Leyla, ojalá les guste y revisen su blog, es realmente agradable leerla. Copié integramente lo que ella publicó, no añado ni quito nada:

A la usanza de los poetas del surrealismo el siguiente poema fue creado a manera de cadáver exquisito con la colaboración de Vladimir Villalobos, a través de Twitter.

Sueño falaz:

- Bienvenida ¿Qué tal pintaron los sueños?

- Exquisitos

- Que así fueran todos y que duraran más allá de ese inmenso parpadeo.

- Parpadeo de sueños ya cansados, perdidos... recuperando siempre su destino.

- Incierto pero inherente a cada uno, sangre, tierra, polvo y nada, maldigo mis lagañas.

- Yo maldigo nuestro descanso inútil, puesto que no luchas junto a mí, odio el letargo de los sueños rotos...

- Y si te dijera "estoy ahí", ¿Y si aquella soledad que todo lo rompe en realidad fuera mi aliento cansado de no ser escuchado?

- Y si tan solo retomaras esa posibilidad de consumirme desde dentro de palmo a palmo...

- No quedarían sino cenizas de lo que alguna vez pudimos ser, la revolución fallida, el hijo no parido, el beso no correspondido

- Salvado quizás por el deseó que nos unió un poco... pero que... ahora resulta ser tan estúpidamente efímero...tan estúpidamente intenso

- No podemos resistirnos a eso, será, por un instante será y no haremos más que disfrutarlo estúpidamente

- Dejaré que me susurres de nuevo al oído que no me dejarás ir jamás, aunque sepamos ambos de antemano que es solo una mentira...

- Te irás como siempre lo has hecho, la hipocresía se acabará y las lagañas se tornaran llanto

- Pero antes de ello déjame contarte mi más intimo secreto para que te quedes con ello siempre... tu piel... ya me ha revelado los tuyos...

- Grítalo pues, con esa mirada incendiaria, aúllalo y déjame saberte toda, pronto que las sales ya de mi brotan...

- Y en las sensaciones tan finamente provocadas, los artificios del momento creado han de convertirse en nuestro pacto banal...

- Nuestro pacto son tus trazos, tu figura y tu cabello, es lo único que pido, las demás condiciones se quedan con tu albedrío.

- Lo demás será solo la ilusión de un momento y los te amo se irán junto al desdén de nuestro malparido orgullo.

- Y habrá de amanecer ¿De nuevo me acompañará sólo este vacío que te corresponde?....malparido pero querido, necesitado...

- Es solo la adicción a la sublimación de los sentidos lo que nos vincula, no los sentimientos, no las palabras...eso es solo el adorno de nuestra banalidad.

- Sólo es fuego, leña todo el resto, pero al final se moja y los adornos faltan, todos excepto tu mirada...

- Y junto a la oscuridad que ya languidece me iré y me amaras hasta nuestro próximo encuentro falaz...

- Así será, y en algún otro sueño añejo nos reencontraremos para separarnos infinitas veces, hasta entonces.

@Miel_de_abeja: Leyla Carrasco/Vladimir Villalobos @Vladimirvl

18.4.11

Del respirar de las piedras

[1995]...te hablo, de los cántaros.

Te hablo desde la tierra,
desde las hojas,
desde el pan que habita
en la corteza de ciertas semillas
de ciertas ideas.

Escribo por no perderlos,
por no dejarlos,
por no olvidarme que a veces,
tal vez sin quererlo,
me estés escuchando.

Edel Juárez inspira, justifica los pixeles....mi memoria parte allá donde te encuentres.

Puerto Escondido

Jamás vi aguas tan agresivas e imponentes. Nunca tuve tanta calma, el temor era seguro.

11.4.11

Opaco

Lo mejor es no decir nada, más allá del arcoiris faltas, más acá mejor ni hablamos.

La lluvia arrecia y tu luz falta, cuántas llamadas, cuántos mensajes antes de "cuando te canses de mi"

Y mis clases? De ti aprendo más que de cualquier doctor en estética, de cualquier maestro de historia...

1.4.11

Segundo vagón, asiento compartido, ventana y no pasillo

No puedo recordar sino ese lunar que evoca tu finitud, tu calidad y cualidad humana. Lo pienso y con él te recuerdo, como un aforismo que poco a poco revela la totalidad de tu gracia.
Aparece una sonrisa, modesta como si con ella definieras el mundo, tuyo y mio mas no el mismo. Surge detrás de ella un cabello natural, tan descuidado como la noche, tan infinito como tu mirada, clara y profunda, mirada que supera la oscuridad de estás gafas, y no es pretexto su dudosa marca.
Te sueltas, ya sin broches de por medio, te liberas, tanto más frágil como más ligera y con esa ligereza te levantas y liberas, quiebras las cadenas, tanto del claustro de este vagón como de esta prisión que con la mirada pretendo, para ti y ese lunar que finalmente se pierde tras la gente.

15.3.11

A tu girar


I

Arquetipo y té,
piquete y rota,
quieta y torpe.

Arte, y qué tipo
parto, ya quité.
Quitar peyote
y tarot: ¡que pie[s]!

Toqué yerta pi
¿qué leo y partí?
y aptto quiere
y pato que irte.

II

Periquito te a-
Aprieto quite
Piqué te tira o
Piqué te at(ri)o.

Poeta: quite ir
top, quite aire
Quieto, arte, pi
Etíope quitar
Quite tope, ira
Tipo que-ría-te

24.2.11

Causa y sinrazón....

Esta noche me limitare a compartirles un texto de Roberto Godofredo (sic) Cristophersen Arlt. Como siempre se aceptan, y agradecen, los comentarios.

Causa y sinrazón de los celos



Hay buenos muchachitos, con metejones de primera agua, que le amargan la vida a sus respectivas novias promoviendo tempestades de celos, que son realmente tormentas en vasos de agua, con lluvias de lágrimas y truenos de recriminaciones. Generalmente las mujeres son menos celosas que los hombres. Y si son inteligentes, aun cuando sean celosas, se cuidan muy bien de descubrir tal sentimiento, porque saben que la exposición de semejante debilidad las entrega atadas de pies y manos al fulano que les sorbió el seso. De cualquier manera; el sentimiento de los celos es digno de estudio, no por los disgustos que provoca, sino por lo que revela en cuanto a psicología individual.

Puede establecerse esta regla: Cuanto menos mujeres ha tratado un individuo, más celoso es. La novedad del sentimiento amoroso conturba, casi asusta, y trastorna la vida de un individuo poco acostumbrado a tales descargas y cargas de emoción. La mujer llega a constituir para este sujeto un fenómeno divino, exclusivo. Se imagina que la suma de felicidad que ella suscita en él, puede proporcionársela a otro hombre; y entonces Fulano se toma la cabeza, espantado al pensar que toda "su" felicidad, está depositada en esa mujer, igual que en un banco. Ahora bien, en tiempos de crisis, ustedes saben perfectamente que los señores y señoras que tienen depósitos en instituciones bancarias, se precipitan a retirar sus depósitos, poseídos de la locura del pánico. Algo igual ocurre en el celoso. Con la diferencia que él piensa que si su "banco" quiebra, no podrá depositar su felicidad ya en ninguna parte. Siempre ocurre esta catástrofe mental con los pequeños financieros sin cancha y los pequeños enamorados sin experiencia.

Frecuentemente, también, el hombre es celoso de la mujer cuyo mecanismo psicológico no conoce. Ahora bien: para conocer el mecanismo psicológico de la mujer, hay que tratar a muchas, y no elegir precisamente a las ingenuas para enamorarse, sino a las "vivas", las astutas y las desvergonzadas, porque ellas son fuente de enseñanzas maravillosas para un hombre sin experiencia, y le enseñan (involuntariamente, por supuesto) los mil resortes y engranajes de que "puede" componerse el alma femenina. (Conste que digo "de que puede componerse", no de que se compone.)

Los pequeños enamorados, como los pequeños financistas, tienen en su capital de amor una sensibilidad tan prodigiosa, que hay mujeres que se desesperan de encontrarse frente a un hombre a quien quieren, pero que les atormenta la vida con sus estupideces infundadas.

Los celos constituyen un sentimiento inferior, bajuno. El hombre, cela casi siempre a la mujer que no conoce, que no ha estudiado, y que casi siempre es superior intelectualmente a él. En síntesis, el celo es la envidia al revés.

Lo más grave en la demostración de los celos es que el individuo, involuntariamente, se pone a merced de la mujer. La mujer en ese caso, puede hacer de él lo que se le antoja. Lo maneja a su voluntad. El celo (miedo de que ella lo abandone o prefiera a otro) pone de manifiesto la débil naturaleza del celoso, su pasión extrema, y su falta de discernimiento. Y un hombre inteligente, jamás le demuestra celos a una mujer, ni cuando es celoso. Se guarda prudentemente sus sentimientos; y ese acto de voluntad repetido continuamente en las relaciones con el ser que ama, termina por colocarle en un plano superior al de ella, hasta que al llegar a determinado punto de control interior, el individuo "llega a saber que puede prescindir de esa mujer el día que ella no proceda con él como es debido".

A su vez la mujer, que es sagaz e intuitiva, termina por darse cuenta de que con una naturaleza tan sólidamente plantada no se puede jugar, y entonces las relaciones entre ambos sexos se desarrollan con una normalidad que raras veces deja algo que desear, o terminan para mejor tranquilidad de ambos.

Claro está que para saber ocultar diestramente los sentimientos subterráneos que nos sacuden, es menester un entrenamiento largo, una educación de práctica de la voluntad. Esta educación "práctica de la voluntad" es frecuentísima entre las mujeres. Todos los días nos encontramos con muchachas que han educado su voluntad y sus intereses de tal manera que envejecen a la espera de marido, en celibato rigurosamente mantenido. Se dicen: "Algún día llegará". Y en algunos casos llega, efectivamente, el individuo que se las llevará contento y bailando para el Registro Civil, que debía denominarse "Registro de la Propiedad Femenina".

Sólo las mujeres muy ignorantes y muy brutas son celosas. El resto, clase media, superior, por excepción alberga semejante sentimiento. Durante el noviazgo muchas mujeres aparentan ser celosas; algunas también lo son, efectivamente. Pero en aquellas que aparentan celos, descubrimos que el celo es un sentimiento cuya finalidad es demostrar amor intenso inexistente, hacia un_ bobalicón que sólo cree en el amor cuando el amor va acompañado de celos. Ciertamente, hay individuos que no creen en el afecto, si el cariño no va acompañado de comedietas vulgares, como son, en realidad, las que constituyen los celos, pues jamás resuelven nada serio.

Las señoras casadas, al cabo de media docena de años de matrimonio (algunas antes), pierden por completo los celos. Algunas, cuando barruntan que los esposos tienen aventurillas de géneros dudosos, dicen, en círculos de amigas: -Los hombres son como los chicos grandes. Hay que dejar que se distraigan. También una no los va a tener todo el día pegados a las faldas... Y los "chicos grandes" se divierten. Más aún, se olvidan de que un día fueron celosos... Pero este es tema para otra oportunidad.

Roberto Arlt
Aguafuertes porteñas (1958)

10.1.11

Primer

Aquella casa en la esquina superior izquierda, de ahí vengo. Subo, casi tres mil pies de altura y finalmente te vi. No sé cuánto camine pero fueron casi tres horas. Valió la pena.