25.11.12

Póstumo

a la memoria de Timothy VC


Aquí yaces, canta, 

Chapultepec llora en silencio, 

como otrora Cuauhtémoc 

lloraba afligido sus muertos. 



Fue breve su estancia en la tierra,

en la dulce mano sangrando,

cicatrices

por amor

apresado.



Poco y tanto

Recuerdos.



Su canto fue de aguamiel y esquelas,

la paz es el respeto ajeno, sonrieron.



Finalmente sucedió,

la paz eterna ofreció y buscó.



Se ocultó en su verde

nos tatuó algo suyo

para siempre.



Descanse pues en paz hermano grillo,

chapulín amigo.

No sabemos qué será de ti,

pero el vacío existe,

está ahí,

de San Fernando,

Duelistas,

de Donceles,

hasta la vista.



Cri, crito tu ausencia

Cri, crita el dolor

Cri, Cristo allá te espera

Cri, cripta para ti perenne,

con amor,

Cri, crieta

y encallada,

la noche avanza.

Cri…

           cri...



*
Fuiste breve, pero fuiste. Siempre tú. Podrían haberte mutilado alas, parabólicos sensores, pero con todo y eso habrías aprendido a alzar el vuelo, a rastrear corazones, a ser libre en este mundo sin espacio para los que como tú, son, abrazan, viven y luchan. Para los que como tú, como yo, en sus manos se rinden con una sonrisa inagotable. 

**
No hay epitafio que valga pero: Descansa amigo de toda tu vida, las ñáñaras que causabas las transformaste en alegría con tu abrazo a seis patas. 

*** 
….el fin no llega hasta que te olvidan o devoran. En fin, todo es un eterno y verde comienzo. 

**** 
Esta columna es más apartes que columna, pero gracias por leer y tú, sí, tú, la mano que ofrece y quita vida: no te apartes.

17.11.12

INRI (noir)


“Dios mío, qué solos se quedan los muertos”
-Gustavo Adolfo Béquer


Mares desembocan en tu fas,
desbordas la negra presa
para liberarte,
como si la muerte que traerá
tu interior desierto
te salvara de perecer,
de lamentos.

Haces agua,
te haces menos,
más y más pequeño
más y menos y nada,
por todo.

Te ahoga el ayer
te arrastra el presente
hondo
feroz.

Mañana…
No hay mañana,
se desvanece el horizonte,
sólo agua, espuma,
pesadas nubes,
y lejos, dentro tuyo,
gaviotas entonan un dulce lamento,
abres los labios:
Estruendo
entrecortando
cuervos.

Te hincas te levantas
bajas la mirada
suenan campanadas
dices dónde, dices dolor.

Tu lamento lento
incesante,
tan privado, tan profundo,
penetra y viola el mundo
causa nudos, ayunos,
se vuelve todos.
El parto improvisado
El capricho no concedido
El hijo perdido
El amor marchito
El frío en los huesos
El pobre futuro en vientre;
se vuelve hambre
y sed y sexo y rabia.
Se vuelve paria
la nación derrotada
el país sin pies ni cara.
Se torna la nana del niño,
esa melodía que te dormía,
Que sonaba al recibir la funesta noticia.

Aleluya,
Getsemaní, María bonita
Beatriz, la despedida
Malinche, Lupita, Isabel
José, Cuauhtémoc, Ezequiel,
Judea, Partenón, La Merced,
Chiapas, Berlín, Iraq,
Primera y segunda
Diez años
Cien años
Yihad.

Todos los ríos se vuelven uno.

Desembocan en ti
Culhuacán,
junto a los amates,
donde la sal no sala
donde el dolor más cala.

Te levantas una vez más
dolor en la mirada,
temblor leporino,
baba.
Alzas la cabeza y lo ves
te reconoces negro,
desnudo,
solo,
miras tus muñecas
abrazan al mundo
absurdo.

El metal frío quema tu sangre
te aprisiona a la tierra
te condena a la vida


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
“Y qué podía hacer, qué podía hacer, si moría sin poder ponerme yo a llorar también”
Final: otro comienzo.

[parcialmente publicado en: Extrañonario]