27.5.10

Jueves.

Se supone que ya empezó el #JuevesFilosófico es una lastima que mi internet caduque tan temprano, eso y que la mayoría de las afirmaciones filosóficas de twitter parecen sacadas del reverso de una caja de cerillos pero si alguien no tiene autoridad para juzgar eso soy yo. Solo sé que esta noche es de esas que dan ganas de escribir a más no poder.

Solo, frente al computador, con un ventilador de piso que resulta insuficiente, una familia dormida en los cuartos contiguos y el iTunes reproduciendo canciones al azar: 23,989 opciones y pareciera que no estoy de animos para escuchar alguna; afortunadamente siempre surge una buena canción que es imposible saltarse. Definitivamente el mejor soundtrack de un anime es el de Cowboy Bebop, es una pena, casi casi, respirar sin tener en tu memoria auditiva semejantes ritmos.

Lo cierto es que carezco de los terminos y las nociones básicas, musicalmente hablando pero si un puñado de sensaciones y sentimientos que provoca la música no basta, entonces no sé que bastará. ¿Acaso no sienten lo que estoy sintiendo?, ¿no se les remueve algo en sus adentros cuando escuchan ese piano y esa voz inconfundible?...empieza Tom Waits, a él lo conocí por esa necesidad de entender mejor a los que escribían sobre Nacho Vegas en Internet: “es una mezcla de Tom Waits y Nick Cave.” Tenía que conocer y reconocer a los dos y para nada me arrepiento. Hablando de masters musicales anoche era la entrevista a Charly García por W Radio, Fernando Rivera Carlderón era el encargado de entrevistarlo. Se imaginan tener en frente a un artista de esas proporciones y poder despejar cualquier duda, que placer y cuanta responsabilidad.

La escuela estaba ahí, esperando por mi, mi patio, mi banco marrón...sabia la lección de historía de ingles o de amor[...]un día descubrí qu empezaba a crecer, de pronto fui un varón que no tenía mujer y quisé poderla conseguir [...]


Frente a mi hay un cuadro, después de horas y horas de televisión parece que es de lo mas normal que no importa lo que hagas siempre hay un cuadro que está chueco y así ha de permanecer, cualquier intento de contrariarlo es vano. Este cuadro es así pero basta con inclinar un poco la cabeza para sentir que todo es tan estable y equilibrado como nos dicen deber ser. Por otro lado a veces el cuadro es lo unico que se mantiene estable y en equilibrio, entonces no importa que tantas vueltas le des a las cosas o cuantos grados puedas girar tu cuello. A mi ya me duele y comienza el Cadaver exquisito de Fito Paez.

Preferiría tu sonrisa a toda la verdad


Esa canción me evoca a Pedro de Alba, a la gente VIP, hacky, vender cigarros, billar, las cicatrices de mis extremidades, tantas cosas. Es curioso como a veces lo más simple te puede raer tantos recuerdos, Si les digo “La dosis perfecta” o “Tutsi bota”, por ejemplo, seguramente tendran un par de recuerdos, ya ustedes sabran si son recuerdos gratos o si hemos abierto viejas heridas pero justo a eso me refiero. Hace una semana apenas vi una fotografía en Facebook y les podría jurar por quien más quieran que en mi nariz apareció el olor de esa plantita fotografiada. Busquen esos viejos albumes de fotos familiares, escolares o las de su preferencia, miren un rostro conocido, con suerte podrán recordar la voz de la persona en cuestión, yo suelo recordar las voces desafortunadamente mi memoria falla en otros detalles como los nombres y apellidos. Todo esto es un buen ejemplo de lo sistematizada que resulta nuestra vida.

Imaginen levantarse y que tu novia tenga voz de hombre, que el metro este pintado como si fuera un arcoiris andante, que todo el mundo te salude dentro de el: Buenas tardes joven, hola, qué tal, que tenga un buen día. Que el próximo veintiocho cambies las figuras de Judas Tadeo por una novela, por una colección de poesía. ¿Se imaginan? Eso sin duda nos despertaría y nos haría prestar atención. Siempre es más comodo y practico andar como autista por la calle pero a veces un vagón del metro tiene la escencia del arcoiris, un reggaetonero lee al Quijote y hasta nos saluda. Es tan simple como abrir los ojos. A veces hay gratas y enormes sorpresas.

#JuevesFilosófico, creo que me despedire como Dios, el real y autenticamente omnisciente y omnipresente, del siglo XXI lo dice: en un máximo de 140 caracteres.

No importa cuantas vueltas demos a la vida, si giramos el cuello o escuchamos una vieja canción, cualquier pretexto sirve para recordar(te).