14.10.10

Viejos, tiempos.


Pensé, alguna vez, sin duda alguna lo hice. Por aquello de la nostalgia lo hago de nuevo e irremediablemente apareces.


La memoria es una fotografía, somos tú y yo abrazados en el hemiciclo a Juárez saludando aquellas rubias cabezas que disparan luces desde el autobús de dos pisos. El recuerdo es With A Little help from my friends mientras la VHS nos remite a la navidad del 99, tan cerca el fin de siglo que jamás nos percatamos de lo próximo que estaba el futuro, ahí mismo, a nuestros pies, y no se trataba mas que de otro infranqueable abismo.


Aprovecho para recordar, para repensar, ahora que el día comienza y la inspiración vuelve, de alguna forma, a mis torpes dedos. Somos solo nosotros, mis dedos y tu fotografía, esa que tiré tantas veces y que tantas veces reaparece ante mi, más por las noches, sobre todo bajo las sabanas.


No hay más que decir, seguiremos juntos, la nostalgia es grande y la ciudad pequeña, nos reencontraremos en tantos sitios, cubriremos todo de retratos que jamás existieron, de días que no compartimos, de besos que nunca salieron de nuestros labios. Por aquello de la nostalgia terminaremos llorando boca abajo en nuestras camas. Irremediablemente veremos el abismo a nuestros pies, una y otra y otra vez.


Diré que te pensé alguna vez, que sin duda lo hice y que no volverá a ocurrir.

8-10-2010