4.7.14

Breves mundialistas

Coincidimos, salir en pleno partido definitorio con que un gol recuerda a un poema (que ni se recuerda) es una reverenda cubetada de agua fría. Tan bonito que es mirar el partido y guardarse las payasadas para una entrada de blog, o qué sé yo.

Por otro lado, no lo puedo evitar, miro al balón rodar y te pienso: dios es redondo.

El amor es fútbol

Empieza el deporte más bello del orbe. El silbatazo inicial como un chillido del recién nacido, nervios y alegría, disputa entre vida y muerte.
Llega la primera falta y el mundo abuchea mi error. Logro adueñarme del balón y tu pierna se interpone en el momento exacto, deporte de contacto. Nos damos la mano, una nalgada, un casi abrazo.
Tus palabras ahora son tiro libre indirecto, me miras y la barrera no sabe cómo cubrirse: disparas, me arrojo, en el fondo deseo tu gol, el público enmudece: choque, caemos al pasto, rodamos, el pasto quema como tus labios, muérdeme.
Después de correr y empapar las camisetas, tras perseguirnos e invitarnos al ataque, después de la amarilla y el saque de manos, ya que han pasado nuestros respectivos cambios, el tiempo se agota y el marcador sigue igualado... el juez mira su reloj, levanta las manos y pita: habrá tiempo extra y lo que haga falta, debe haber un vencedor.

Nacho dice que no hay un vencedor ni un vencido sino sólo supervivientes... me acordé.

Te iba a escribir un soneto pero se me atravesó una cita de Borges, después de su asistencia de gol: "Pura Vida", mujer, pura vida.

Que les temblarían las piernas, decían, Guardado respondió con gol; a veces me pienso lo mismo cuando te miro, yo sí te miro y tiemblo, necesito un bastón, o un pase del hermoso.

Miro el brillo de tus ojos, la magia de tu sonrisa y pienso: no hay duda, yo también sería clavadista.

A veces hay que arrojarse de cabeza y que la física haga lo suyo, van Persie anota tremendo gol, yo no termino de caer.

Te miro andar como nadie, como en sueño: ta, ta, ta, barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?

Cuando creo que lo hago bien y estoy por alcanzarte se atraviesa Klinsman y mir piernas de Lara; se interponen barras y estrellas (más mi mala puntería); estoy por tocarte y sale lo López (...Maxi); Lo Osorio le gana a lo Chicharito (poco aguerrido lo de Aguirre); y dos Santos no bastan: te escurres como holandés en la fosa. Pasa, pasa y no hay gol, pasa el tiempo y no logro retenerte, te vas a cuentagotas.

Más que piojo necesitamos una pulga.

A nuestro Bolaño le faltó una S, o no ser Chespirito.

Como siempre la cumbia se impone a la fiesta, hoy no son ángeles azules sino uno: amarillo: James (y no se pronuncia en inglés).

Países bajos goleó a un país hundido, al nuestro, en similar situación sólo le ganó por un gol.

¡Ay gallito, cuánta falta hizo tu cresta!

La influencia de Pep ahí está, aunque les pese, y el juego bonito se impone, y Alemania parece más brasileño que el local (a veces).

Los árbitros son una fiesta aparte, aunque nadie la disfrute y México, dicen, sea la botana.

[Había más breves pero en 8 horas empiezan los cuartos de final... Y por último, quizá no lo han leído (suficiente), no, no era penal]


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