¡Miseria y nada más! dirán al verte
los que creen que el imperio de la vida
acaba donde empieza el de la muerte.
Y suponiendo tu misión cumplida,
se acercarán a ti, y en su mirada
te mandarán la eterna despedida.
Pero, ¡no!... tu misión no está acabada:
que ni es la nada el punto en que nacemos
ni el punto en que morimos es la nada.
-Manuel Acuña-
Y desperté con ella a mi lado, su aliento tibio, su cuerpo aún calido y humedo,
los ojos bien cerrados pero sin presión extra, todo en ella inspiraba paz, calma,
esa sensación de querer estar dentro de ella una vez mas y no salir ya nunca,
saberte protegido a su lado, y feliz, tan lleno como complacido
...y de repente, todo tan frio.
los ojos bien cerrados pero sin presión extra, todo en ella inspiraba paz, calma,
esa sensación de querer estar dentro de ella una vez mas y no salir ya nunca,
saberte protegido a su lado, y feliz, tan lleno como complacido
...y de repente, todo tan frio.
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