28.9.14

28/09/2014

Llegaste con la segunda guerra implacable,
con la independencia y teñiste de esperanza todo,
con la muerte de Neruda y los versos no pararon.

Cuál es tu colmo, y como me colmas
Las sonrisas esperan tu llegada y desean
nunca más te vayas, soplo las velitas y pido por ti
y por todos, los que te conocen y los que aún viven sin saber,
porque lo óptimo nos cuesta la vida y lo terrible,
lo más terrible es impagable, inexplicable
y estos versos de abrazo y ausencia,
de dolor y esperanza en otoño no bastan

Brindo por ti y pido
una piña colada, un mentolado,
una diana y puntería;
paciencia, paciencia,
en dos horas estás lista.

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